La Directiva "Whistleblowing", formalmente conocida como la
Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento Europeo y del Consejo, es una legislación pionera que busca proteger a los denunciantes de irregularidades en toda la Unión Europea.
La Directiva representa un cambio significativo en la forma en que las empresas dentro de la Unión Europea deben manejar las denuncias internas. Esta legislación obliga a las empresas con más de 50 empleados a establecer canales de denuncia seguros y confidenciales, permitiendo que sus trabajadores reporten violaciones del derecho de la Unión, abarcando áreas tan diversas como fraude fiscal, corrupción, salud pública y protección del medio ambiente.
Para las empresas, esto implica no solo la creación de estos canales, sino también garantizar que los denunciantes estén protegidos contra represalias. Esta Directiva busca crear un entorno corporativo más transparente y ético en toda Europa, haciendo hincapié en la responsabilidad y la integridad. Al adaptarse a esta normativa, las empresas no solo cumplen con la ley, sino que también fortalecen su cultura interna, promoviendo la confianza y la responsabilidad a todos los niveles.